1) Caminar descalzo en la nieve
Estar en profunda conexión con la naturaleza es lo más poderoso de la vida. Nos llena de energía vital, liberándonos de todo lo superficial, para valorar lo esencial. La chispa de saber apreciar los contrastes (caliente/frío, luz/oscuridad…) nos mantiene proactivos y con la mente abierta para descubrir nuevas sensaciones y horizontes.
¡Asómbrate! Ahí me refiero a la nieve porque es una belleza natural, un fenómeno mágico, que ni el hielo de tu electrodoméstico pueda destronar.
2) Subir una montaña y acampar en el monte
Una fogata con amigos es la mejor cosa que te puede pasar en la vida. ¡Cuántas historias ocurren bajo el cielo de mil estrellas! Además, el senderismo es una actividad que pone a prueba tu valor y resistencia, para revelarte un punto de vista más elevado. Ya cuando la alta montaña pica tu interés, es una droga que difícilmente te deja volver al prado de las vacas.
Cada vez aprendes a aliviar más el peso de tu mochila para empacar solo lo necesario. ¡Querido(a) invitado(a) de la vida, que tu casa quepa en una maleta!
3) Bucear en el mar
Sumérgete a otros mundos para experimentar todos los matices de los elementos. Las joyas más preciosas son las memorias que uno recolecta a través de los ojos. Como es arriba es abajo. Tan solo esnorqueleando descubrirás maravillas: alfombras de conchas y estrellas, bosques de corales, peces coloridos y gigantes inofensivos como el tiburón ballena por ejemplo. ¿Te imaginas cuántas especies de criaturas aún ocultas y desconocidas rondan en las profundidades?
En lo personal, siempre me había dado miedo bucear, pensaba que nunca en la vida lo haría… hasta que un día dije “hoy es el día”. Así que nunca digas jamás.
4) Saltar a paracaídas
Lanzarse al vacío es una sensación que nos invita a soltar el control y confiar en la magia de la existencia. ¡Diviértete en la feria!
5) Conocer el amor
Podría parecer igual de atrevido que el salto a paracaídas. El amor se presenta de muchas formas distintas y sin preámbulo. Experimentar el verdadero amor, osea un amor no impuesto por creencias ajenas, es lo más bello. Pero sobre todo reconocer el amor a sí mismo y a la familia no deja de ser algo para los valientes.
Conocer el amor, porque el amor no se encuentra, se construye.
6) Equivocarse
Eso sí es inevitable, ¡y está bien! Las malas decisiones se convierten en buenas historias. Perderse es esencial para encontrarse y encontrar su propio propósito. Porque si sigues el camino de los demás, llegarás a quienes son ellos, no a quién eres tú. Y en el fondo entenderás que nada es irreversible si actúas desde el corazón, con dedicación y empeño.
7) Apoyar una causa
El voluntariado es una excelente opción para desarrollar valores humanos. Desde levantar basura, salvar a las abejas, hasta mejorar la calidad de vida un grupo de personas… Elige la temática que más resuena con tu alma altruista.
Y recuerda, Reduce Reusa Recicla ♻️
8) Leer y aprender idiomas
Con el inglés, español y francés en tu bolsillo (¿y tal vez el chino?), tienes el don para desempeñarte en cualquier ámbito del planeta. Los idiomas son la clave para ampliar tu cultura, porque así puedes interactuar directamente con los habitantes de una zona geográfica distinta a la tuya. Y el premio: entre más idiomas hablas, más fácil se vuelve aprender nuevos idiomas!
Un consejo: no busques siempre traducir. Simplemente observa, repite y siente. Es así como un niño aprende a hablar.
9) Subirse al escenario
Poner a prueba tu capacidad comunicativa es una forma distinta de compartir un saber. Como artista o maestro, reúne un público y expone tu talento.
10) Viajar solo(a)
Hoy en día, gracias a la tecnología, hay muchas herramientas que nos permiten planificar un viaje de manera sencilla y segura. No esperes a qué alguien te acompañe siempre o el tiempo pasará sin cumplir tu sueño. Además viajar solo fomenta la autonomía y el autoconocimiento. Elige el destino que corresponde a tu personalidad o si eres de temperamento aventurero(a), inicia un camino sin destino establecido.
Conclusión:
Cada edades tienen sus chispas, distintas etapas lindas, incluso rudas. No hay un momento correcto para empezar. Tienes tiempo, pero no te tardes mucho! Elabora tu propia lista de lo imprescindible antes de morir y acomoda tu estilo de vida en torno a tus objetivos.
Entiendo que no todas las personas tienen las mismas facilidades. Lo importante es disociar las experiencias de las modas. Gozar de lo que tenemos a nuestro alcance y proponerse el reto de cruzar la frontera a lo desconocido. Sin prisa pero sin pausa.
Además, es más fácil mirar el resultado que el esfuerzo. Transforma la envidia en un motor positivo para aprender de los demás. La gente ama platicar de sus logros, así que usa tu curiosidad para entrevistar a los que están en dónde tú quieres estar. (Y recuerda: ¡la crítica destructiva sólo te aleja de la meta! Así que practica “La comunicación no violenta, un lenguaje de vida”).
Espero que este artículo te de las ganas de salir de la rutina para agregar una pizca de euforia a tus planes del 2024.
¿Cuándo fue la última vez que hiciste algo por primera vez?
¿Qué te pareció esta lista de actividades?
→ ¡Dejarme tu opinión, propuestas y preguntas en la caja de comentarios al final de este artículo!
De alguna forma puedo decir que alcancé mi ideal a los 31 y en este momento me siento mejor conmigo misma que a los 15, 20 o 25, y todavía quedan aventuras por recorrer. Por lo menos ya no tener deseos descontrolados hacia las cosas materiales y disfrutar de un estilo de vida que privilegia la libertad del espíritu.
Ahora mi meta es lanzar próximamente el Concierto a las abejas (Facebook) (Instagram), un proyecto que tengo a pecho de compartir con todos ustedes, para promover una economía circular que beneficia a la comunidad sin restar al medio ambiente. Les deseo muchas bendiciones.
Un fuerte abrazo.
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